Capítulo 1: ¿Por qué es importante de estudiar los atributos de Dios?
La salvación es de conocer a Dios.
El punto más importante de todo es de reconocer que la salvación es expresada como el “conocer a Dios.” Sin conocerle en un nivel o forma como la Biblia dice, uno no va al cielo.
Jn. 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan nos presenta el conocer a Dios como el centro de la salvación, o lo mismo que la salvación.
Gal 4:9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Pablo igualmente nos presenta el asunto no es que conocemos a Dios, sino que Dios nos conoce.
Mat 10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Jesús enseñó lo mismo, que la salvación consiste en ser reconocido por Dios como un hijo de Dios. Sin esto, uno no va a entrar en el cielo.
Jer. 9:23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Jer. 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Jeremías igualmente nos presenta que la salvación y lo máximo en la vida es de conocer a Dios, a sus leyes y principios, y tenerlas escritas en nuestras mentes y vidas. Esta es la vista de Dios que está envuelta en el “conocer a Dios.”
Además de conocer la persona de Dios, la Biblia es revelación directa de Dios para que nosotros sepamos datos sobre Él, sus obras, su poder, su autoridad y reino, sus placeres (su voluntad), y lo que le hace enojar o sus molestias (el pecado).
Deu 4:35 A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él.
Deu 32:39 Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.
1Jn. 5:11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo (de conocerle). 20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y (el Hijo) nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
La salvación consiste en una relación personal con Dios. Uno es salvo porque le conoce. La salvación es mucho más que el simple irse al cielo. Es una relación con Dios en que nosotros confiamos en Dios por lo que es, su carácter moral.
Además el ser salvo significa que amamos a Dios, y como el hijo de Dios que somos, queremos ser moralmente como nuestro Padre Celestial.
“Una saludable relación con Dios tiene que empezar con un conocimiento intelectual de quien es Él, lo cual madura a ser una profunda experiencia de conocer Dios en la vida. Dios se manifieste a sí mismo a nosotros en las montañas, en la valles, y en los lugares fangosos, todos aspectos de nuestras vidas.” Vincelette.
De conocer a Dios nos afecta y cambia nuestras vidas.
1Jn. 4:6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error. 7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Pero el Apóstol Juan nos explica que este conocer a Dios no es algo ligero y superficial, como conoces el cartelero, o el cajero en la tienda. Este conocer a Dios es una relación que luego afecta drásticamente la vida de uno, como cuando un hombre “conoce” a una mujer y se entrega su vida para vivir siempre con ella, entregando su vida y amor a ella.
En 1Jn. 4:7, Juan hace un ecuación que el verdadero amor es un producto de la relación de conocer a Dios. La falta de amor en la vida de alguien es una muestra de que nunca ha conocido a Dios, que quiere decir es otra forma de decir que la persona no es salva. O sea, la relación que tenemos con Dios como redimido por Jesucristo es algo que a fuerzas afecta toda nuestra vida para cambiarla, y vivimos diferentes por razón de esta relación espiritual.
La salvación es también fe en la obra salvadora de Jesucristo en la cruz de calvario. Pero el concepto de fe es algo que uno cree, y también es una profunda confianza que uno tiene en la cosa en que cree, o especialmente en la persona en que cree. Si algo entrega las llaves de su caja fuerte donde guarda todos sus tesoros, es porque la persona mucha confianza y “fe” en tal persona para arriesgar la posible pérdida de sus valores a esta persona. Igualmente confiamos en Jesús con el valor de nuestro bienestar y destino eterno. Esto es lo que nos salva.
Jn. 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Dios nos ha dado el Espíritu Santo para morar adentro de cada creyente, para cambiar su vida. El conocer a Dios es de recibir al Espíritu Santo y ser diferente que antes, de ser diferente del mundo.
El no conocer a Dios.
1Co. 15:34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
2Tes. 1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
El no conocer a Dios, o mejor dicho el no ser conocido por Dios es lo mismo de irse al infierno (Mat. 25:12; Jn. 1:10; 6:69). Jesús regañó a los falsos profetas de su día diciéndoles, “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mat. 7:23).
Lo que enseñó antes de esto sobre ellos es que por su fruto, conoceréis qué tipo de árbol es (Mat. 7:20). Igualmente con los hombres, por su carácter moral y obediencia a la voluntad y palabra de Dios, conocerás si uno es hijo de Dios o no.
El criterio que decide si una persona es hijo de Dios no es el ministerio que pretende de llevar (Mat. 7:22), sino si “hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mat. 7:21). Esta es la fundación espiritual sobre la roca (Mat. 7:24-27) que es la única fundación que va a aguantar la furia del tiempo.
“Es mi opinión que el concepto cristiano de Dios presente en estos años del siglo vente es tan decadente que es de ser totalmente debajo de la dignidad del Altísimo Dios y para verdaderos creyentes actualmente constituye algo que es una calamidad moral. La obligación más pesada sobre la Iglesia Cristiana hoy es de purificar y elevar su concepto de Dios hasta es una vez más digno de Dios y de la iglesia.” A.W. Tozer, The Knowledge of the Holy, p10.
“El dios de este siglo no se parece el Soberano de las Sagradas Escrituras que la vaga parpadeando vela tiene la gloria del sol a medio día. El dios de quien se habla en el púlpito promedio, de quien le enseña en la Escuela Dominical, de quien es mencionado en mucha de la literatura religiosa del día, y predicado en la mayoría de los supuestamente llamadas conferencias de la Biblia, es una imaginación humana, un invento de un llorona sentimentalismo. Los paganos afuera del cristianismo forman dioses de madera y piedra, mientras millones de paganos adentro del cristianismo forman un dios de sus mentes carnales.” Pink, Gleamings in the Godhead, p28-29.
Confianza se edifica en lo que sabes y conoces de la persona
Pero es pura tontería de confiar con cosas de tan grande valor a un cualquiera que va caminando en la calle que uno no le conoce nada de esta persona, de dónde es, cómo es, qué ha hecho en su vida de demostrar su carácter bueno o malo, etcétera. Entonces para confiar en alguien, queremos conocer todo que podemos sobre tal persona para edificar esta confianza.
Los hechos de Jesús
Jn. 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Heb. 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
1Jn. 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Edificamos nuestros conceptos de alguien por medio de lo que sabemos de los hechos y personalidad de tal persona. Igual con Jesucristo. Por estudiar su carácter en la Biblia y ver como Dios ha tratado a la gente por toda la Biblia edificamos un entendimiento del carácter moral y personalidad de Dios. De base de este conocimiento, podamos confiar o tener miedo de castigo por medio de Dios porque siempre Dios se hace muy claro su personalidad a nosotros.
Imitamos a Dios como hijos amados.
Ef. 5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Además de conocerle, debemos imitarle en su carácter moral. En general Dios nos manda de ser como Dios es. Hay puntos específicos en que esto es imposible, por ejemplo que Dios es el único todopoderoso, entonces no podemos ser todo poderoso. Pero Dios se identifica con varias partes de su carácter moral, y nos obliga específicamente de imitarle en estos puntos.
Ef. 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Lev. 11:45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.Mat. 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Luc. 6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
1Pe. 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
1Jn. 4:11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Dios se revela a Sí mismo a nosotros por Su Palabra para que entendamos cómo es Dios, y así podamos también imitar a nuestro Dios. Esto es principalmente en el área del carácter moral, lo cual causa que actuemos en una forma distinta o nos acuse por lo que nos ha hecho “mal.”
Tu concepto de Dios domina y colora tu teología y vista de la moralidad.
No debemos olvidar que los conceptos de la personalidad de Dios que ves lo más claro o lo más importante o lo más dominante en Dios normalmente van a afectar tu teología y vista sobre como es Dios y tu conducta. Muchos teólogos han tratado de resolver la justicia de Dios en la calidad del amor de Dios, llegando a negar el divino castigo, y hasta negar la existencia del infierno. Pero los dos no se pueden confundir. Los hechos de Dios en castigar el pecado y en premiar la virtud son expresiones de su justicia, y el concepto del amor no tiene contradicción en contra de que Dios castiga a los que le desobedecen.
Los atributos de Dios en tu vida.
El hijo de Dios admira y estudia a su Padre celestial para imitarle, adorarle, alabarle, y reverenciarle. Pero hay un vínculo muy fuerte entre el carácter de Dios y nuestra redención. Este vínculo aparece fuertísimo en la doctrina de la santificación. Hay una frase “de hacer cualquier cosa para la gloria de Dios” que significa nada más que reflejar el carácter moral de Dios en nuestras vidas (Fil. 2:11). Relacionado con esto, es la frase “mi honra no la daré a otro.”
Isa 48:11 Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro.
Isa 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Dios no quiere que nosotros permitimos otros dioses de tener honor, gloria, reverencia, o que servimos a ellos como hacemos (o debemos hacer) con Dios el verdadero Dios.
Más Artículos sobre esta categoría
- Introducción a los atributos de Dios.
- Padre Proveedor
- El Padre como Sabio
- La Clave con Dios
- Padre Dador de Vida Creador
- Como hijo a Padre
- Adorando por la Alabanza
- Padre Dador de Vida Espiritual
- ¿Qué es un padre? Dios Padre
- Metas del Padre para su Hijo
Dona al sitio de la Gaceta para ayudarnos
Por favor, considera una donación para ayudarnos pagar por los costos de mantener este sitio en el Internet.