En La Seducción de un Cristiano Parte 1 vemos la seducción de un cristiano de tres pasajes muy importantes (1Jn 2:16; Gén 3:6; y Mat 4:3,6,8.
Es importante que cada cristiano entiende que estamos en una guerra espiritual (ve folleto
salv17 La Batalla Espiritual). El enemigo, Satanás, es muy astuto en causarnos a caer. (Ve folleto Doct16 Satanás Nuestro Enemigo). La seducción del cristiano tiene su chiste, y debemos ser concientes de ello.
Cuando estudiamos esto, no es queremos prestarnos a oír y ver las tentaciones de Satanás, sino queremos poder identificarlos antes de ser entrampados y enredados en ellos. No es queremos acercarnos a estas tentaciones, sino alejarnos de ellos por ser sabio. Es desafortunado, pero en el asunto de tentación-caer-pecar, las personas realmente no aprenden NADA por la experiencia. Aun pecando, siempre parece de caer de nuevo en los mismos pecados.
2Co 2:11 para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
La Tres Avenidas Principales de la Tentación
Hay tres pasajes de Escrituras que nos da un trio de tentaciones en situaciones muy importantes, y por estudiar a ellos, podemos aprender mucho sobre la tentación.
1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Gén 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Mat 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
En estos tres pasajes, encontramos las tres avenidas principales que Satanás usa para tentarnos. Hambre, Excitarnos, y el Orgullo. Cada uno de estos representan una forma en que Satanás puede encajarse en nosotros para que nosotros hacemos su voluntad. Debemos aclarar que la tentación es simplemente de vivir afuera de la voluntad de Dios en cualquier forma, y con esto, Satanás ya ganó.
Lo que hace Satanás es de usar la vida y la composición del hombre mismo para presentarle situaciones en que se justifica a tomar las cosas en sus propios manos y hacer algo afuera de la voluntad de Dios. Es muy importante de ver que con precisión Satanás tiene que hacer una lógica (no válida en los ojos de Dios, pero en una forma válida para la persona), para justificar la desobediencia. Una vez esto es hecho con repetición, la persona ni importa lo que Dios piensa, y esto es lo que quiere Satanás, pecado desenfrenado.
Dependencias. También es importante de entender que Dios nos da una forma de vivir, donde trabajamos honestamente para proveer para nosotros mismos, y luego vivir adentro de la provisión de Dios. Tratamos problemas y situaciones de la vida con la forma y procedimiento que Dios nos marca. Pero Satanás tiene otra forma de vivir la vida, en que estamos enfrentando problemas más bien por su forma de hacer las cosas. Muchas veces Satanás usa alcohol, drogas, música rock, sexo, y otras formas de «no tratar el problema sino de olvidarlo«. Estas cosas en sí vienen con adicción y dependencias que hacen peor tu situación, y no abarca solucionar realmente el problema que primeramente te impuso a la adicción o dependencia. En esto, es importante de reconocer que estas adicciones y dependencias son dirigidas a las experiencias y emociones de placer y entretenimiento. Son divertidos.
La parte muy importante de esta tentación satánica es de quitar el proceso correcto de analizar tu situación con la Biblia en mano, sobre las rodillas, y en sumisión a Dios, y en su lugar, «sentir» lo que quieres hacer, y hazlo. Es muy importante que Satanás destruye tu habilidad de discernir cosas espirituales en el proceso de echar a perder tu vida. Esto es semejante al sistema de defensa que tiene el cuerpo humano. Entre todo circulando en el cuerpo, el cuerpo tiene poder de destruir células dañinas, pero éxito o fracaso depende en primero discernir lo que es parte del cuerpo (bien), de lo que hace daño del cuerpo (mal). Ataca el mal y deja lo bueno libre. Pero primero hay que discernir si es enemigo o amigo.
Ve Discernimiento (Juzgar) y el Cristiano
Continua leyendo este artículo la semana que viene…
Ve también
La Seducción de un Cristiano Parte 1
La Seducción de un Cristiano Parte 2: Hambre
La Seducción de un Cristiano Parte 3: Excitación y Diversión
La Seducción de un Cristiano Parte 4: Orgullo, Fama, y Poder
La Seducción de un Cristiano Parte 1