Nicolaítas: Al que domina al pueblo.
Por David Cox

Esta es una definición de que es el error de los Nicolaítas, o sea, las personas que Dios aborrecen porque dominan el pueblo de Dios.




Esta palabra literalmente refieren a “los seguidores de Nicolás,” pero no hay ningún Nicolás en la historia antes de la Apocalipsis de San Juan a lo cual se puede referir. Por esta razón, se ve a la composición de la palabra en griego para entenderla, y es compuesta de dos palabras, “conquistar” y “pueblo”. La palabra solamente aparece en Apoc. 2:6, 15. Allí Jesús alaba a la iglesia de Efeso por “odiar” las obras de esta secta de los Nicolaítas (Apoc. 2:6), y condenó a la iglesia Pérgamo por aceptar algunas de las enseñanzas de los Nicolaítas (Apoc. 2:15). En el contexto de estos dos pasajes, parece que la mención de Balaam indica que el problema o carácter de este problema es una corrupción de la carne por algo económico para el ministro que da la buena vista a ello.

En el Diccionario Bíblico Adventista, dice, “El autor cristiano extra bíblico más temprano que los menciona es Ireneo (c 185 d.C.), que los identifica como una secta gnóstica: «Juan, el discípulo del Señor, predica esta fe [la divinidad de Cristo], y procura, por la proclamación del evangelio, eliminar ese error que Cerinto ha diseminado entre los hombres, y mucho antes los llamados nicolaítas, que son una rama del falsamente llamado ‘conocimiento’, para confundirlos, y persuadirlos de que hay sólo un Dios que hizo todas las cosas por su Palabra». Hay también evidencias de una secta gnóstica en el siglo tres d.C. que lleva el mismo nombre.

Pero Ireneo -seguido por Hipólito y otros-, presenta la teoría de que esta secta se originó en las enseñanzas de Nicolás, uno de los siete primeros diáconos ordenados por los apóstoles, un «prosélito de Antioquía» (Hch. 6:1-3, 5). No hay evidencia de que esta tradición sea digna de confianza.” No hay nada de basar esta falsa doctrina con el Nicolás de Hechos 6:5. En el tercer siglo, hubo un grupo de gnósticos usando este nombre quienes promovieron “la libertad de la carne”. “No se sabe nada concreto sobre el nombre de la herejía y su fundador… Esta hipótesis (que fue el Nicolás de Hechos 6:5) sobre la identidad del fundador de la secta, que no compartían ya Clemente de Alejandría ni otros Padres, ni tiene ningún valor probatorio. ” Diccionario de Teología (Católica).

El cuadro del falso profeta en la Biblia es uno en que es una persona quien tiene doctrina o práctica que no es bíblica, y que promueve este distintivo para sus propios fines lucrativos. Los Nicolaítas llena esta imagen.

La libertad cristiana.

Gál. 2:4 “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.”

Pablo claramente nos avisó del carácter de los falsos hermanos quienes vienen disfrazados como hermanos, pero su propósito es de echarnos sus sistemas para dominarnos. Pablo claramente declara que tenemos una libertad en Cristo, y que es sujeto a perderse si no tenemos cuidado con ello (y de no dejar a estos dominadores tomarnos por la barba).

Tenemos que fijar que estos tienen un sistema por lo cual los hermanos no se sujetan a Dios por medio de leer sus Biblias, discerniendo con las palabras actuales de las Escrituras y el Espíritu Santo moviendo adentro de sus pensamientos a que disciernen la voluntad de Dios. El sistema gira alrededor de que estos maestros expertos disciernen la voluntad de Dios para todos. Ellos son sirenas diciendo, “Escúchanos. Somos los únicos que saben la verdad y pueden discernir correctamente.” (En la mitología, una sirena era una criatura mitad pez, mitad mujer hermosa quien se sentaba sobre las piedras a cantar a los marineros para inducirles a navegar sus barcas hacia a ellas, o de brincar al mar para nadar a ellas y perderse para siempre. Entonces una sirena es alguien que te jala con potente poder a algo que piensas que es el paraíso, pero terminarás en la perdición.)

Además Pablo reveló en Gál. 2:6 que estos dominadores del pueblo de Dios son personas que son expertos en “la reputación.” Ellos piensan que son algo especial, y promueven su reputación, y la importancia de reputación y fama, para que el pueblo de Dios haga caso a ellos, y a nadie más.

Gál. 6:3 “Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.”

Gál. 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Dios nos manda de estar firmes en nuestra libertad en Cristo, y de no permitirnos a caer bajo la esclavitud como vivíamos antes de ser salvo. Esta libertad es a fuerzas obligatoria para el cristiano, o sea, tenemos que pelear para mantenernos libertades de sistemas religiosas en que nos enreden en leyes, normas, prácticas, y creencias (sistemas) no bíblicas. El verdadero cristiano cree (con la autoridad de Dios) solamente lo que la Biblia dice, y no desprecia las cosas allí, ni aumenta cosas de su cosecha que no constan con las Escrituras.

Gál. 5:13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Esta libertad en Cristo es necesaria para que sirvamos a Cristo (sirviendo a nuestros hermanos verdaderos). Si uno es bajo el dominio de un sistema religiosa, no va a poder funcionar como Dios requiere que uno de funcionar si está esclavizado a un sistema humano. El sistema no le permite que sigue Cristo como Dios quiere.

El dominio del pueblo de Dios por el tipo del falso profeta.

Un motivo (no es necesariamente el único motivo, y a veces no se revela hasta muy después) es el lucro personal. La Biblia hace muy claro que un requisito para el ministerio es de ser libre de la codicia y avaricia personalmente en tu vida. Este requisito es mencionado más que cualquier otro requisito en las listas de requisitos para el ministerio. Pero el falso profeta no le gusta ser pobre, o nada más mantenerse.

Siendo un avaro secreto (a veces un avaro abierto), el falso profeta necesita una doctrina que convence a todos que no hay verdad afuera de ellos. En lugar de agarra la verdad de Dios para promover, ellos tienen que invitar algo único en ellos, y por medio de esta falsa doctrina, convencer a todos que es bíblica, y luego comparar que solamente ellos tienen esta doctrina o práctica. Así dominan al pueblo de Dios con su “sistema”, lo que Pablo nos avisa de evitar.

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