Prefacio Chafer Espiritual por David Cox
Adentro de nuestras iglesias vemos competición entre los hermanos. Esta competición no es bueno.
2 Corintios 10:12 Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.
A la verdad, es totalmente pecado de tratar de sentirte mejor por compararte con otras personas que son inmaduros cristianos o aun inconversos pretendiendo a ser cristianos. Estás comparando manzanas y naranjas. No se comparen. Aun entre cristianos, un cristiano puede venir por una familia de buenos padres cristianos y otro cristiano de padres inconversos. Igualmente, sus experiencias pueden varear grandemente, y lo que requiere Dios de ti y de esta otra persona, no se compara.
A la otra mano, muchas personas quieren depreciarse a sí mismo. Entonces comparan a ellos sin recursos, sin beneficios y ventajas a otra persona que Dios le ha dado mucho. Simplemente es un error de querer subirse o bajarse de estima en la vista de otros por compararse con otras personas.
Pero a la verdad, tenemos una norma con que tenemos que compararnos siempre. Es la norma de Jesuscristo, nuestro Salvador.
El propósito de Chafer es de examinar profundamente en versículo,
1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1 Corintios 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
1 Corintios 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
En este pasaje, Pablo usó su entendimiento del mundo para indicarnos que hay tres tipos de personas. El inconverso que no tiene a Jesucristo como su Salvador, el hombre carnal, quien es una persona salva, pero todavía sigue la misma vida y pensar de un inconverso, y el hombre espiritual, quien tiene el Espíritu Santo dirigiendo su pasos y camino. Su discurso explica como el Espíritu Santo tiene trato con nosotros (los salvos). Los derechos y privilegios que tenemos y lo que no es según las Escrituras.
La ciudad de Corintios era la cede de la religión de los misterios. Ellos pretendían de tener cosas secretas de Dios que pudieron afectar grandemente la vida de una persona devotada a la religión. El modo de operar para ellos era de compartir estos misterios espirituales poco a poco, y siempre arrastrando el nuevo más y más a su religión. Ellos pensaron que vino, música, sexo, etc. era misterios para ellos que cuando usaban ellos estos elementos como ellos especifican, la persona tendra una experiencia con Dios. La experiencia era el pensamiento dominante.
Esta experiencia con Dios, es cuando Dios entra al individuo, toma posesión por un tiempo de su cuerpo y conciencia, y «dios» animaba el cuerpo de esta persona para darle una experiencia «de otro mundo espiritual.» Si esto no pasaba a ti, no pudiste clamar de «tener a dios» o «tener una experiencia (o relación) con dios.» La clave para la eternidad y el individuo no era una relación salvadora con dios, sino una experiencia donde «dios» (como ellos quisieron definirlo) tomó control de tu cuerpo. Esto es exactamente de donde vino los conceptos de los Pentecostales Carismáticas hoy en día ponen el centro de su «cristianismo».
La gran diferencia entre las religiones de misterio y el cristianismo es que ellos «vendían» estos misterios solamente cuando el individuo se hace sumiso a ellos, los lideres religiosos, y obedecian a estos lideres. Pero en el verdadero cristianismo, los lideres solamente anunciaban estos misterios que Dios ha revelado. Todo es gratuito para la persona que simplemente creen en Jesús.
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